El verbo es la palabra variable que sirve para expresar un proceso, es decir, que algo ha sucedido, sucede o sucederá: La niña baila. El coche circulaba velozmente por la carretera.

Cualquier forma verbal está constituida por un lexema (cant-) y un morfema, que se denomina desinencia (-o). Así, el verbo puede variar para expresar la persona, el número, el tiempo, el aspecto y el modo. Estas variaciones constituyen los accidentes gramaticales del verbo. En las formas simples, los accidentes gramaticales se manifiestan con las desinencias: cant-ó, cant-aba; en las formas compuestas, con las desinencias del verbo auxiliar haber: hab-ríamos cant-ado.

Los accidentes gramaticales del verbo

La persona expresa quién realiza la acción:
– 1ª persona (el hablante): canto.
– 2ª persona (el oyente): cantas.
– 3ª persona (alguien que no es ni el hablante ni el oyente): canta.

 

El número indica cuántas personas o cosas realizan la acción:
– una (singular): bebes.
– más de una (plural): bebéis.

El tiempo indica si el proceso expresado por el verbo:
– ha ocurrido (pretérito): esperé.
– ocurre (presente): espero.
– ocurrirá (futuro): esperaré.

El aspecto indica si la acción expresada por el verbo:
– ha acabado (perfectivo): he cantado.
– todavía se está desarrollando (imperfectivo): cantaba.

El modo expresa el punto de vista del hablante ante la acción:
– el hablante expone lo que ha ocurrido, ocurre u ocurrirá de forma neutral (indicativo): Nevará mañana.
– el hablante expresa un deseo (subjuntivo): Ojalá venga mañana.
– el hablante expresa una orden, consejo o ruego (imperativo): Ven aquí.

Las conjugaciones verbales

Distinguimos tres conjugaciones verbales:
– Primera conjugación: verbos cuyo infinitivo acaba en -ar: esperar.
– Segunda conjugación: verbos cuyo infinitivo acaba en -er: tener.
– Tercera conjugación: verbos cuyo infinitivo acaba en -ir: partir.

Página web para trabajar los verbos

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